12 de agosto de 2017

El último adiós

Vuelvo a chocar
contra las paredes sin acolchar
que siempre son origen
de mi marcha fúnebre

De nuevo el frío
del vidrio y el acero cual quirófano,
por conservar la carne amarillenta
envuelta en traje y corbata

Las flores se muestran insípidas
por haber crecido
sabiéndose despedida eterna
y por contener nuestro frágil deseo
de que esta vez no marchite la vida

Me encuentro donde el miedo a ser el siguiente
nos hace escupir recuerdos
mientras se nos atraviesan
el rencor y el odio descuidados