27 de octubre de 2014

"¿El amor es vida o la vida es amor?"

Preguntas que no seríamos capaces de plantearnos
si realmente la vida naciera del amor
si hubieramos llegado a comprender
lo que estas dos palabras significan

hay quien cree que vivir
es simplemente respirar
y seguramente sea el mismo
que cree que amar
es simplemente poseer

o que vivir y amar son independientes
y yo soy incapaz de separarlos

la vida sólo debería ser producto
de ese amor que es vitalidad

a veces toca entender que el amor es capaz de trascender una vida
para comprenderlo
pero aun más importante es ser capaz de trascender el amor
en esta vida
ser capaz de irradiarlo
en cualquier plano y dirección de la existencia
para que quien venga a compartir el camino
desde la sinceridad y la fidelidad
hacia uno mismo y sus instintos
comprenda que tal plenitud
necesita del recibimiento más espiritual

que la unión sea para elevarse con él
y no para rendirse ante él
El amor

comprender
aprender
crecer
encontrándonos a nosotros mismos en los ojos de esa persona que era ajena

al fin y al cabo un encuentro de tales magnitudes es la única manera de fundirse
acercándonos en esas vibraciones en las que el ego deja de encontrarse cómodo
y accede a dejarnos ver
ese vacío que somos y anhelamos compartir

porque tan sólo en el vacío
somos capaces de penetrarnos
de verdad
ahora que la fricción ya no es suficiente
para avivar el fuego

y de ese preciso instante
es del único
del que puede nacer
la vida más pura

23 de octubre de 2014

Por ser personas

Podría preguntaros por el sexo y me hablaríais infinitamente de técnica sin preocuparos lo más mínimo la esencia. Me hablaríais de lo que os gusta, lo que lo disfrutáis, lo mucho que lo necesitáis, lo bien o lo mucho que lo hacéis; y que siempre queréis más. Todo eso sin ser capaces de formular una definición mejor que aquella más básica, terrenal, animal y vulgar. Os olvidáis de que tenéis la mejor arma para provocar amor. De cualquier tipo. En realidad yo sé tan poco como vosotros, pero empieza a incomodarme la ignorancia, a agotarme la constante frustración. Supongo que por eso el universo me volvió a demostrar que sigo en el camino dejándome disfrutar de un retiro tántrico, abriéndome a experimentar la pureza cuando todo nace del amor.
La inocencia volvió a vestirse de noche con lágrimas de cielo y de amor. Los abrazos como el respirar, las caricias hechas orgasmo y los ojos empeñados en fundirse una y otra vez. Confundir cada sonrisa recibida con un pedazo de derecho para ser feliz. Aprender pasa a ser anecdótico cuando experimentas crecimiento a gran escala. Las edades deciden contarse con vidas y no con años cuando se juntan tantos brazos abiertos y sin corazas. Crear una vibración crística-arco iris de amor incondicional que pretende quedarse por mucho tiempo a colorear y alterar cualquier turbulencia. Empaparnos de nosotros mismos siendo capaces de encontrarnos en el prójimo.

Aún así reavivaron viejos patrones que me hacen ver la importancia de la repetición y la constancia para avanzar. Volver a encontrarse en lo más terrenal desprovisto de emociones pretendiendo apaciguar el fuego que jamás se irá sin ser comprendido. Ése es mi ego, y no el de conocerme, respetarme y amarme; como intenta hacer ver aquel que no es capaz de ser responsable de su propia felicidad. De su culpa. De su vacío existencial

Yo no quiero a las personas por cómo llegan a mi vida, las quiero por estar en ella. Por ser personas

8 de octubre de 2014

Amanecer sin ropa

Cada vez me cuesta más
explicar lo que siento
sin mirarnos a los ojos
aunque cada vez vea más claro
al cerrar los míos

Pedir cuando nadie escucha
nos hace ver que nunca
estamos solos

Escuchar cuando nadie habla
nos hace sentir la verdad
es decir,
           sentirnos por dentro

Pedí revivir otras vidas
esperando escuchar
la que más me enamoró
pero aun no le tocaba volver
y decidieron llevarme
a la que más me enseñó

Quería bailar
el paso-doble más dulce
pero he acabado levitando
entre múltiples túnicas iniciáticas
compartiendo pirámide y rito

Me siento como ese niño
al que se pasaron la vida
estirando del brazo al pasear
hasta que decidió perderse
perdiendo cualquier miedo también
viviendo maravillado
con la pausa que exige la paz
y el amor a todo
como única regla
del juego

La ingenuidad del que cree
en la incapacidad del hombre
para volar desnudo
la ha disuelto la certeza
de que no existen límites


Hoy volví a amanecer sin ropa