Conviven la consumación del deseo
junto a la idea resquebrajada,
y todo por seguir perpetuándonos
Por quedarme sin querer mirar al tiempo
mientras cada segundo
se hacía eco en mi cabeza
a la vez que me repetía
que el aire ya no aviva el fuego
y me obligaba al tacto y al olor
al tacto y al olor
al tacto y al olor
sin llegar a su máxima expresión
Como si ese bucle constante
fuera mi única manera de intentar
ganarle esta vez la partida
y hacernos perdurar
más allá de las horas
más allá de las formas
Desconcierto y admiración
se debaten sin previsión de consenso
hasta que la sonrisa ajena
se vuelve a hacer figura
siendo altamente contagiosa
Y el recuerdo
de un hasta luego tan lejano
como de costumbre en nosotros
para justificar esta despedida
tal vez menos dramática
pero más agradecida
Para llegar de nuevo a casa
con esta dejadez de entusiasmo junto al silencio
y este derroche de ilusión por descuidar