La inocencia vino a ponerse en mi cama con la complicidad de un beso en la frente como buenas noches. Trenes que acortan distancias y nos enseñan lo inquebrantable de la familia. Lo agridulce de empezar a oler la vuelta a casa cuando has pasado a hacer hogar cualquier espacio. Después de ser manada bajo la luz de la luna cualquier aullido sabe a miel. Que no existen sombras más oscuras que las que provoca la luna y estas zarpas son la única arma decidida a convertir en espiral cualquier espalda con intención de fundirse. La pólvora se ha instalado hasta en el último resquicio de piel que me envuelve haciendo de cualquier roce delirio de gratitud. Todo a flor de poro para empezar a desdibujar las fronteras de la unidad. Sentir que estamos conectados con todo, que no hay límites entre nada cuando te dejas llevar por el dhamma, el tao, el todo. Cualquier pensamiento de individualidad es obra del ego que nos corrompe la mente. La muerte del deseo como único camino a la libertad. Muerte en vida como sinónimo de despertar, y empezar a ver la vida pasar como si de otro se tratara. Comprensión y transformación. Que sin comprensión no hay transformación. Tenéis tal pánico a las emociones que no sois capaces de valorar ni de soportar unas lágrimas, aunque sean de felicidad. Pretendéis vivir al límite, exprimir la vida porque seguís pensando que es única. Y vuestra ridícula manera de plantar cara a la eternidad es a base de adrenalina encapsulada, de maquetas a gran escala, de tristeza ajena embotellada, de vivir tras un cristal y a toda velocidad. Sentaros a sentir por vosotros mismos y empezaréis a percibir la sinceridad y la luz que envuelve cada una de esas lágrimas. Lo sencillo de la felicidad. Y que la libertad sólo existe siendo consciente.
Libertad es no tener que luchar, está dentro y se consigue sin esfuerzo, fluyendo
Libertad es llegar a donde todo se acaba, donde todo se hace horizonte para reducirse a una línea y sentirte parte de ella
Libertad es ser capaz de decidir por ti mismo alejado de la cólera
Libertad es masturbarte en pelotas y tirado en el sofá
Libertad es una lágrima de placer entre los pechos
Libertad es el rastro de las uñas en la espalda
Libertad son marcas azules entre las piernas
Libertad es llegar a no diferenciar placer y dolor, y seguir jodiendo
Libertad es acortar la distancia a milímetros sin necesidad de alargar los brazos (pero sí abrirlos)
Libertad es la verdad
Libertad es saberte querido por ti mismo y no ser capaz de serte infiel
La libertad como la quieras
pero siempre
con consciencia